¿QUÉ SON LOS ÁCIDOS GRASOS OMEGA-3?
Los ácidos grasos omega-3 son grasas poliinsaturadas de cadena larga, denominadas así debido a que se menciona la ubicación exacta del primer doble enlace encontrado, visualizando la cadena hidrocarbonada a partir del -CH3 terminal, es decir, empezando a numerar los carbonos de manera que el carbono terminal sea el número 1 (n-1).
Estas sustancias se nombran de igual forma que cualquier otro ácido graso poliinsaturado, sólo que su primera insaturación desde el carbono terminal estará en el C3.
- Número de carbonos de la cadena.
- Número de dobles enlaces
- Posición de los dobles enlaces contando como primer carbono el del grupo -COOH.
EJEMPLO:
ácido α-linolénico 18:3 Δ 9,12,15 (omega 3)
Los omega-3 más importantes para el ser humano son α-linolénico, eicosapentaenoico (EPA) y docosahexaenoico (DHA).
El ácido α-linolénico es esencial, el organismo no puede sintetizarlo propiamente por lo que se necesita obtener a través de la alimentación, a través de alimentos que lo contengan, al igual que sucede con las vitaminas. Este ácido graso es el precursor de DHA y EPA, que son fundamentales para el cuerpo, y aunque estos son de una difícil síntesis endógena, se pueden sintetizar a través de reacciones bioquímicas. La cantidad de conversión del α-linolénico en los otros dos es bastante baja por lo que igualmente la mejor fuente para obtenerlos de forma segura sería incluirlos en la dieta.
Todas estas sustancias son componentes de la membrana de distintas células; Por ello influyen en las funciones de estas al alterar la composición de lípidos de membrana. Un ejemplo sería el de estos omega-3 en las membranas mitocondriales de la corteza cerebral, protegiendo las neuronas se puede decir que influyen en la función asociada con los neurotransmisores.
Estos ácidos grasos se llevan estudiando en profundidad bastante tiempo, y se ha descubierto a través de ensayos clínicos todos los efectos beneficiosos que proporcionan, siendo los más importantes:
- Reducción de las enfermedades cardiacas, menor riesgo de mortalidad y morbilidad cardíaca.
- Menor riesgo de aparición de tumores malignos.
- Disminuir la depresión.
- Reducción del colesterol.
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